04 noviembre 2011

SOBRE LA VERDAD Y LA FE (Parte 3)


(Por fray Walter Zeceña)

CONCLUSIÓN

En definitiva pues, la verdad es aquello que se nos presenta como algo cierto, independientemente de que sea algo puramente racional, o que tenga que ver con lo religioso espiritual. Puesto que, cuando hablamos de verdad, nos basamos, en cosas o situaciones que son reales que nos brindan seguridad y certeza.

Ahora bien, cuando hablamos de la fe, la podemos vincular con la verdad en el sentido, de que se apoya en algo que sea cierto o por lo menos que brinde luces para poder creer. Por ejemplo, cuando decimos que creemos en Dios, sabemos que es algo cierto, y eso mismo nos lo dice la razón natural, pero se nos presenta no todo claro. La fe pues, es creer, fiarse, adherirse en algo o alguien que se nos presenta como verdad.

Cuando hablamos de fe y verdad, de alguna manera ambas se ven implicadas, porque la fe es una verdad y la verdad nos lleva a la fe, creer cierto, verdadero, aquello que hemos experimentado, haciendo nuestra la frase de San Anselmo: “Creo para entender, comprendo para creer”. Por tanto, la verdad y la fe son sumamente importantes para el hombre, si este las sabe entender, y lo llevan a su plenitud, si sabe vivir de acuerdo a ello.



REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS


Heinrich Fries, profesor de Teología Fundamental en la Universidad de     Munich. (1979). “Conceptos fundamentales de Teología”, Tomos I-II. Madrid, España: Ediciones Cristiandad.

 L. René. (1979).Teología de la Revelación. Salamanca, España: Ediciones Sígueme.

M. M. Rosental; P. F. Iudin. (1979). Diccionario filosófico. Ediciones Tecolut.

L. Bernard, R. Francois. (1984). Iniciación a la práctica de la Teología. Madrid, España: Ediciones Cristiandad.

 P. Rossano, G. Ravasi, A. Girlanda. (1988). Nuevo Diccionario de Teología Bíblica. Madrid, España: Editorial San Pablo.

Conferencia Episcopal Dominicana: Librería “Juan Pablo II”. (1993). Catecismo de la Iglesia Católica. República Dominicana: Editorial Corripio C x A.

D. Enrique. (1997). El Magisterio de la Iglesia. Barcelona, España: Editorial Herder S. A.

SOBRE LA VERDAD Y LA FE (Parte 2)

(Por fray Walter Zeceña)




  1. LA FE

        ¿Qué es la fe?

a)    Concepción general

La fe se define como confianza, un buen concepto que se tiene de una persona o cosa. También, es la creencia que se da a las cosas por la autoridad del que las dice o por la fama pública. Tener fe es tener la seguridad de que una cosa sea cierta.

b)   Punto de vista bíblico

En un sentido bíblico, fe tiene que ver con un compromiso que se adquiere con Dios, de ahí que, el hombre se dispone a responder a las exigencias de Dios, con la obediencia y el reconocimiento, con la confianza y la fidelidad. En otras palabras, fe es tomar decididamente en serio a Dios, buscando protección en él. De esta manera, si definimos la fe, tenemos que: es una virtud sobrenatural por la que se cree verdadero aquello que Dios ha revelado, pero con la ayuda de la gracia, que nos hace comprender que Dios no puede engañarse a sí mismo ni engañarnos.

La fe es algo que involucra toda la persona, adhiriéndola a un ideal o a una persona en la que se cree o se deposita la confianza. En el sentido bíblico pues, creer en Dios, es adherirse a Dios, agarrarse de Él, adherirse también a Jesús y hacer nuestro sus ideales, viviendo como él vivió. Es adherirse a su Palabra, por medio de la cual nos habla y nos quiere comprometer a seguir construyendo la historia de una forma comprometida y de una forma verdaderamente humana.

c)    Punto de vista teológico

Hay dicho algunos teólogos que en la fe es necesaria la gracia de Dios, por tanto, la fe es un don de Dios, y si es un don de Dios, se hace necesaria en tal caso nuestra libertad. Por consiguiente, se hablará de la libertad de la fe y la necesidad de la gracia. Ahora bien, si decimos, la fe debe ser libre, al mismo tiempo se debe señalar que la fe es un acto personal, un acto humano, como respuesta libre del hombre a la iniciativa de Dios que se revela y es un don.

Uniendo el punto de vista bíblico y teológico, podemos decir: La fe es sumamente importante en la revelación que Dios ha hecho de sí mismo al hombre. La Revelación, don gratuito de Dios, es una iniciativa de Dios, al venir al hombre, el cual por su parte, sencillamente responde libremente a ese don de Dios.
·        Teología de la Revelación

Para la Teología de la Revelación, la fe es ya un principio de visión, comenzar a ver a Dios, es decir, es la que nos permite ver ya a Dios aunque sea de una forma velada; en tal sentido, llegar a ver plenamente a Dios tendrá que ser el resultado de una fe purificada, madura y perfecta, lo cual será la visión beatífica al final del mundo.

d)   La fe en el Evangelio de San Juan

En el Evangelio de San Juan la fe es fundamental para la salvación, es decir, nuestra salvación dependerá del creer o no creer, pero un creer en Jesús que es el Enviado, la revelación máxima del Padre, la Verdad plena tanto en lo humano como en lo divino, que permanece en forma de misterio, el cual sólo puede esclarecer el Espíritu Santo, el Espíritu de la verdad, que conduce a la verdad plena siempre y cuando nos abrimos a su acción santificadora y vivificante y nos dejamos transformar.

Finalmente, la fe hace referencia a un conocimiento, de lo contrario no existiría. Si se cree en algo es porque se conoce. En este caso nos referimos a un conocimiento trascendental, es decir, no necesariamente lo obtenemos de las cosas, sino por un ente espiritual que hay en nosotros, que nos hace ir más allá de lo material, y nos hace saber, que nuestra vida no termina con la muerte. Por la fe pues, sabemos que somos eternos…

Resumiendo, la fe se puede reducir a los siguientes aspectos:

  1. La fe es un don de Dios.
  2. La fe es un principio de visión.
  3. La fe es un acto personal.
  4. La fe es una experiencia del mundo de Dios.
  5. La fe es libre y necesita de la gracia de Dios.
  6. La fe es una adhesión a la Palabra de Dios.
  7. La fe es una adhesión personal y confiada a Dios.
  8. La fe es necesaria para la salvación.
  9. La fe conduce a la luz y a la vida en Dios.
  10.  La fe tiene que ver con la escucha, con la confianza, la fidelidad, la búsqueda y con la obediencia.

SOBRE LA VERDAD Y LA FE (Parte 1)

(Por fray Walter Zeceña)


INTRODUCCIÓN

En el presente trabajo hemos abordado el tema: verdad y fe en cuanto a su definición y sus características. Los conceptos son diferentes ciertamente, pero en algo coinciden, lo cual en nuestra opinión es en el conocimiento, en un saber. Es lo que hemos tratado de dejar en claro en el trabajo desarrollado de una forma sintética.

  1. LA VERDAD

1.1. ¿Qué es la verdad?

a) Punto de vista filosófico.

Verdad es un juicio o proposición que no se puede negar racionalmente. Es un reflejo fiel, acertado; aquello que se refiere a la realidad del pensamiento; es un reflejo comprobado, en última instancia, mediante el criterio de la práctica. Como podemos ver, la verdad se refiere desde este punto de vista a un conocimiento racional. Por consiguiente, la verdad es un saber aunque sea indeterminado, es decir, aunque sea algo abstracto, sólo en un nivel de ideas o conceptos.

La verdad es uno de los temas más trillados por la filosofía, llegando a establecerse diversos puntos de vista al respecto. En los tratados filosóficos se habla por ejemplo de: verdad absoluta, verdad relativa, verdad objetiva, verdad eterna, verdad perfecta, verdad de juicio, y de su contraparte: la falsedad.

Se habla de verdad absoluta cuando lo ya conocido y aquello que se conocerá con el último avance de las ciencias, permanece igual en su esencia. La verdad relativa, se refiere a aquello ya conocido, pero que puede ser cambiado, estudiado y refutado en el curso del tiempo y del último avance de las ciencias. La verdad objetiva hace referencia a aquello real que hay en los objetos y que no depende de la voluntad ni de los deseos del sujeto que los quiera estudiar. Y así se podrían seguir definiendo los otros tipos de verdad según la filosofía, los cuales siempre tienen que ver con lo racional; pero no hacen falta definirlos, sólo es para ubicarnos de forma general de cómo la filosofía aborda el tema de la verdad.

Cuando se habla de la verdad desde la filosofía pues, nos estamos refiriendo al conocimiento esencial que podemos encontrar en el ser humano, en las cosas. Es buscar el sentido de lo existente, de la vida. La verdad, es lo esencial en el hombre, en lo existente, lo cual han querido alcanzar los filósofos. Pero, la verdad, no se puede reducir a la filosofía, por lo que, a continuación, abordaremos el tema desde un punto de vista bíblico.

b) Punto de vista bíblico.

Antiguo Testamento: Para un sentido bíblico, refiriéndonos al Antiguo Testamento, verdad aplicada a Dios significa confianza, firmeza y fidelidad, lo cual también se podría decir de toda actitud humana semejante.

Nuevo Testamento: Verdad en un sentido cristiano se refiere a la revelación cristiana, a la verdadera fe, hablándose al mismo tiempo de verdad trascendental. Cuando la verdad se refiere a la revelación cristiana, se hablará de “verdades reveladas” refiriéndose a acontecimientos en los que Dios ha intervenido en distintos momentos de la historia humana, hasta revelarse plenamente en la persona de Jesús, que se presenta en el evangelio de San Juan como el Hijo, como el Enviado del Padre. Y como el acontecimiento Cristo ha sido de tal envergadura, algunos teólogos y filósofos cristianos pretenderán presentar a Cristo como la verdad absoluta; incluso el apóstol San Juan y San Pablo, escribirán con esa misma pretensión.

En el apóstol San Juan, Cristo, es la máxima revelación de Dios, es Dios mismo que existe desde toda la eternidad (“en el principio existía la Palabra, y la Palabra estaba con Dios y la Palabra era Dios”), que esclarece el misterio del hombre, manifestando lo más digno, lo más noble del ser humano, por tanto, Cristo, al presentarse no sólo como Dios verdadero sino también como hombre verdadero, es también el modelo de ser humano que todos deberíamos imitar, si de verdad buscamos la verdadera realización. En este sentido pues, podemos decir, se presenta a Jesús como la verdad absoluta en lo que se refiere a lo humano y a lo divino. De hecho, Cristo mismo afirma: “yo soy el camino, la verdad y la vida”. San Juan, al hablar de Jesús, no sólo dice que es la verdad, si no al mismo tiempo, el camino y la vida. De ahí que, como veremos más adelante, para este apóstol, la fe es fundamental para la salvación, en el decidirse o no por Cristo, está nuestra vida o nuestra muerte.

Tanto a nivel filosófico como bíblico, coincidimos en que el tema de la verdad es un saber, que nos lleva buscar el sentido del hombre, del mundo, y preguntarnos por el tema de Dios. Cuando decimos, verdad, nos referimos a un conocimiento que no debe desligarse de la acción, de la práctica.

Resumiendo pues, la verdad, la podemos reducir a los siguientes aspectos:

  1. Verdad es un juicio o proposición que no se puede negar racionalmente.
  2. Verdad es lo que se refiere a la realidad del pensamiento.
  3. La verdad es un saber.
  4. La verdad cristiana: Cristo y su mensaje de salvación: Verdades reveladas.
  5. La verdad tiene que ver con el conocimiento y la acción.
  6. La verdad es confianza, firmeza y fidelidad.